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A finales de 1901 se impone en la obra de Picasso la
monocromía azul. Es una fase independiente y estilísticamente homogénea a
la que se da el nombre de Época Azul. Este color caracteriza su obra hasta
1904. Fue escogido por Picasso, no sólo por su fuerza expresiva sino
también, sobre todo, por su valor sicológico, lo que le permitía ir más
allá de la mera descripción naturalista. Esta obra está inacabada. Toca el
tema de la prostitución.
El tema de la madre con el niño es contado con una sencillez refinada,
dosificando los sentimientos patéticos. La interpretación del cuadro es
variada. Podría representar a dos hermanas, una de las cuales, enferma y
con la cabeza inclinada, pide ayuda a la otra. También podría ser el
encuentro entre una prostituta y una joven madre. La primera, a la
izquierda, lleva el pañuelo blanco que era obligatorio para las mujeres
enfermas de sífilis que se recuperaban en el hospital de Saint-Lazare. La
hipotética madre, a la derecha, tiene en sus brazos a su hijo y
consuela, abrazándola, a la prostituta enferma. |
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Un viejo mendigo de ropa desgarrada sostiene una guitarra
que apenas consigue hacer sonar en una acera de Barcelona. La monocromía
azul invade totalmente la composición con excepción de la guitarra, a que
que está reservada una coloración amarronada. Tanto física como
simbólicamente, el instrumento llena el espacio que el delgado cuerpo deja
vacío. La guitarra es, probablemente, el único medio que el pobre mendigo
tiene para sobrevivir al hambre y para no vivir en la soledad y
desesperanza. La guitarra ejerce la función de ayuda y consuelo. Es de
notar el papel que los instrumentos musicales desempeñarán en la
iconografía personal de Picasso. Si aquí la forma redonda y panzuda de la
guitarra contrasta con el cuerpo, seco y anguloso, del mendigo, en el
futuro los instrumentos de cuerda simbolizarán las formas redondeadas y
mórbidas de la mujer. Se ha aplicado al hombre la deformación manierista
del alargamiento desproporcionado de los cuerpos; aunque aún guarda
relación con la pintura de El Greco, anuncia las operaciones del
denominado periodo protocubista. |
Cuadro de 1903 conocido como Ciego comiendo. A personajes
sin esperanza dedica Picasso en estos años una atención peculiar: ciegos,
mendigos, vagabundos. Los marginados de la sociedad son para él una
continua fuente de estudio y experimentación de las que bebe en cada
esquina de las calles de Barcelona. Especialmente la alegoría del ciego le
acompañó toda su vida. Muchas de las obras que contienen estos
asuntos son hondamente conmovedoras. |
Esta obra de 1903 fue pintada en Barcelona y es de grandes dimensiones,
197 x 127 cm. Es importante por su carga simbólica. Se conservan dos
bocetos preparatorios. En uno de ellos, la figura masculina tiene los
rasgos del autor, mientras que en el cuadro definitivo tendrá los de
Casagemas. La alegoría que Picasso pintó no es fácil de descifrar.
Reconociendo el motivo simbólico de las dos parejas, hay diversas
interpretaciones. Una de ellas ve en la obra la expresión de la
incompatibilidad entre vida y amor sexual. Para otros, la pareja humana,
fuente de vida, muestra e indica el fruto de la unión física, que sostiene
en sus brazos la mujer envuelta en un manto.
La composición es sencilla y sintética y las figuras tienen una rigidez
casi estatuaria. Al fondo, entre los dos grupos de figuras, aparecen
dos estudios de desnudos, como se la escena se desarrollara en el taller
de un pintor. A pesar de que el tema del primer plano es el amor
terreno, los dibujos de atrás, como una admonición, parecen recordar al
espectador que la vida es dolor.
Es posible que el proyecto originario de la obra fueses más complejo
(cambio de rostro y no presentarlo totalmente desnudo). Fuentes
religiosas y profanas se mezclan en una atmósfera que recuerda el dolor y
la tristeza de Adán y Eva ante la pérdida de la eternidad, pérdida
representada por un niño que casi parece muerto y por una mujer que ya no
es joven. |
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Esta obra de 1903 está realizada con la técnica del pastel.
Incluye, apenas indicado, el color rosa, protagonista de otra época
posterior a esta azul. En Madre con niño enfermo conviven influencias
francesas y españolas. Picasso está en constante búsqueda de nuevos
lenguajes. Durante alguna visita al hospital de mujeres de Saint-Lazare de
París vería mujeres abandonadas en la solidad de su dolencia, prostitutas
aquejadas de sífilis que abrazan a sus hijos enfermos, Aparecen envueltas
y envuelven a sus criaturas con un manto, que es toda una imagen de su
tristeza y desolación. |
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¿Quién es Celestina? Tal vez sea Carlota Valdivia,
alcahueta, apodada Celestina, sobrenombre que significa "protectora" y que
remita a la famosa alcahueta de la novela de Fernando de Rojas. La obra
fue ejecutada por Picasso en Barcelona, probablemente poco antes de
marchar a París. La protagonista es una mujer de edad, con el ojo
izquierdo velado por una catarata. Una mantilla oscura le envuelve el
cuerpo delgado y sin formas, haciendo resaltar el rostro claro. La
precisión de algunos detalles, como el nacimiento del pelo, la mantilla de
encaje, las mejillas hundidas el ceder la piel de la cara, la barbilla
sombreada de bello y las arrugas del cuello sorprenden por su verismo.
La monocromía azul es apenas aclarada por un rosa pálido que colorea las
mejillas de la anciana y por la pequeña vibración luminosa que emana el
pendiente de perla. Este personaje, enigmático por su mirada y por su
actitud, se impregna de una inquietud nutrida por su malformación y por su
mirada oblicua. |
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