También conocido por "CORPUS HYPERCUBUS", muestra la influencia de la vanguardia intelectual en el pintor. Un hipercubo es un objeto de 4 dimensiones, inimaginable salvo para los matemáticos. Sin embargo su "desarrollo" tridimensional puede verse en este cuadro, formado por ocho cubos unidos por las caras. Como "doblar" este objeto en 4 dimensiones para que se unan entre sí todas las caras es otro cantar. En el suelo embaldosado vemos su proyección en forma de cruz latina, como una ilustración del paso a dos dimensiones. Este objeto posee unas propiedades de simetría a las que no pudo sustraerse el artista. Suspendido en el espacio cobra un aspecto inmaterial y ultra-terrestre. Este efecto se potencia con el hecho de que Cristo esta flotando inmerso en él, sin sujeción alguna. |
Precioso estudio de perspectiva, mostrando la crucifixión desde un punto de vista insólito (desde arriba) con el cuerpo en escorzo. Todo el cuadro destila irrealidad y mística. Se divide claramente en dos zonas, la etérea parte superior y el cotidiano paisaje inferior. Ambas separadas por la distinta iluminación, pero unidas en el ojo del observador por la coincidencia del punto de fuga. |