Crucifixión. 1954

También conocido por "CORPUS HYPERCUBUS", muestra la influencia de la vanguardia intelectual en el pintor. Un hipercubo es un objeto de 4 dimensiones, inimaginable salvo para los matemáticos. Sin embargo su "desarrollo" tridimensional puede verse en este cuadro, formado por ocho cubos unidos por las caras. Como "doblar" este objeto en 4 dimensiones para que se unan entre sí todas las caras  es otro cantar. En el suelo embaldosado vemos su proyección en forma de cruz latina, como una ilustración del paso a dos dimensiones. Este objeto posee unas propiedades de simetría a las que no pudo sustraerse el artista. Suspendido en el espacio cobra un aspecto inmaterial y ultra-terrestre. Este efecto se potencia con el hecho de que Cristo esta flotando inmerso en él, sin sujeción alguna.

Cristo llamado de San Juan de la Cruz. 1951

Precioso estudio de perspectiva, mostrando la crucifixión desde un punto de vista insólito (desde arriba) con el cuerpo en escorzo. Todo el cuadro destila irrealidad y mística. Se divide claramente en dos zonas, la etérea parte superior y el cotidiano paisaje inferior. Ambas separadas por la distinta iluminación, pero unidas en el ojo del observador por la coincidencia del punto de fuga.