Este cuadro fue pintado poco antes de conocer a Gala. Para entonces, sus necesidades en Paris se habían convertido en una obsesión. Se trata de un autorretrato donde se reflejan sus deseos y temores sexuales. Dalí todavía era virgen y en su timidez influía el conocimiento, a través de libros de su padre, del alcance de las enfermedades venéreas. Entre varios símbolos destacan los siguientes: el saltamontes, que aterrorizaba a Salvador; la cabeza de león aludiendo a deseos reprimidos; y una flor-vasija que, cercana al pecho de la mujer, espera ser llenada. |
"Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad" |
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