El cuerpo como objeto de representación


Niki de Saint Phalle
(1930-2002) realiza esculturas femeninas con formas generosas y con colores vivos, iconos de una feminidad exaltada.

 

El cuerpo como soporte

El cuerpo se convierte en una tela, lienzo o el lugar sobre el que trabajar. Todo el mundo del tatuaje, de las escarificaciones, piercings, implantes, lenguas bífidas, etc.

 

 

El cuerpo como herramienta


Se puede utilizar el cuerpo femenino recubierto de pintura como un pincel con el que embadurnar grandes telas. (Yves Klein-1928-1962).

Yves Klein. Antropometría, 1960

Yves Klein trabajando

Yves Klein. Vampiro, 1961

También se puede utilizar el cuerpo como unidad de medida o el cuerpo como instrumento para construir el espacio en las fotografías de Klaus Rinke (1939).

Klaus Rinke. Primera demostración, 1971

El cuerpo creador


A través de las instalaciones de Kiki Smith (1954), el cuerpo se convierte en un generador de materiales artísticos. Todos los líquidos corporales (sangre, esperma, orina, lágrimas, sudor, saliva...)
son transformados para convertirlos en obras de arte. Abajo, Instalación, en 1994 y detalle de una pieza.

En las obras de Sophie Calle (1953), la vida de palpita con sus trabajos. Su particular forma de ver el mundo es un regalo para la curiosidad, generalmente un tanto anquilosada, y una batalla perdida para nuestro atrevimiento. Pienso que aburrida o asustada de cómo se plantea la sociedad el concepto de cotidianeidad, Sophie Calle intenta escapar y a veces lo consigue.

El caso más curioso tal vez sea el de Piero Mazoni (1933-1963), que en 1961 etiqueta noventa latas de conserva con sus propios excrementos con el nombre de Merde d'artiste.

 

El cuerpo como escultura viviente

Figuras en posturas diversas, acostados sobre pedestales en las galerías, como el artista Urs Lüthi(1947).

Urs Lüthi

Bruce Nauman (1941) se transforma, como otros artistas de esta corriente, a veces él mismo en estatua.

Bruce Nauman. Autorretrato como fuente

Cuerpos travestidos

Algunos artistas, como Michel Journiac (1935) juegan con las representaciones identificativas del sexo amparándose en el uso de la ropa y gestos del sexo opuesto.

Michel Journiac. Página para un travesti

El cuerpo como objeto de exhibición

Joan Jonas (1936) y Rudolf Schwarzkogler (1940-1969) desvelan su cuerpo desnudo en toda su belleza... o en toda su fragilidad.

Rudolf Schwarzkogler: acción, Viena 1965

 

El cuerpo sometido a prueba

El tiempo pasa y el artista continúa su acción (performance) en un ambiente de cierto placer para Orlan (1947).

El cuerpo es sometido a la quemadura del sol, como el caso de Dennis Oppenheim (1938)

El cuerpo martirizado


Puede ser mordido, como hace
Vito Acconci (1940), puede ser cortado con cuchilla como vemos en Gina Pane (1939-1990) o herido por balas para Chris Burden (1946). El cuerpo guarda las señales del sufrimiento que el artista se auto inflige.

El cuerpo tratado con toda la brutalidad


Las violencias infligidas al cuerpo por
Stelarc (1946) o Herman Nitsch (1938) enervan las almas e hieren los cuerpos hasta trascender.

El cuerpo transfigurado


Bajo el bisturí de los cirujanos, el rostro de Orlan se transforme. Sobrepasando les limites de la ética, esta artista utiliza su propia carne como material de su creación. Cada operación es un espectáculo: los cirujanos vestidos por grandes costureros operan bajo el ojo de las cámaras de video con imágenes enviadas a distintos lugares del mundo. Con anestesia local, Orlan comenta en directo el porqué de estas intervenciones. Al querer que su apariencia carnal refleje su imagen personal interior, pretende denunciar la estandarización de la belleza y usa la cirugía plástica haciéndose colocar dos implantes de silicona a cada lado de la frente formando así dos bultos.

El cuerpo encorchado


L
as obras en papel maché de  Kiki Smith (1954) desvelan los sistemas musculares y venosos, la osamenta, la estructura del cuerpo humano. La belleza interior se presenta así en esculturas que recuerdan los encorchados de los anatomistas.

 

Uso de cuerpos muertos

Con The Morgue, serie de fotografías que muestran partes de cadáveres, Andrés Serrano (1950) crea naturalezas muertas y otras vanidades que recuerdan las pintadas por  Théodore Géricault a comienzos del XIX. Sus imágenes, a la vez chocantes y carentes de belleza, testimonian la fascinación de la muerte presente en gran número de sus contemporáneos.

 

Cuerpo tecnológico


Gracias a prótesis tecnológicas, Stelarc (1946) se reconstruye como un cyborg, un ser híbrido hecho de carne y de acero, a la vez vivo por su lado humano e inanimado por sus excrecencias mecánicas. Confrontando al hombre con la máquina. Stelarc ilustra a través de sus performances les interacciones posibles entre el sujeto humano y la tecnología.

 

Cuerpo genético


La clonación humana suscita muchos debates apasionados en el seno de las esferas políticas y científicas. Los artistas también se interesan por este tema. Dalia Chauveau (1960), muy interesada por los impactos de la ciencia y de la filosofía sobre las artes, se centra en torno a la genética y a la clonación. Ha creado una agencia de clonación en la web, invitando a los internautas a crearse clones eligiendo entre un banco de donantes, según los principios del retrato-robot.

El cuerpo, segunda piel


Nicole Tran Ba Vang, (1963) estilista, plasticista y fotógrafo, desarrolla su obra sobre el principio de las colecciones de moda. Considerando al vestido como una segunda piel, da a sus obras apariencia de cuerpos.  Gracias a la infografía, rehace las imágenes, y ofrece una imagen de cuerpo liso, borrando todos los defectos, como para responder a los modelos standar de la belleza desarrollada en los magazines. Sus modelos parecen, gracias a los retoques informáticos, llevar una piel desnuda que puede desabotonarse, ser una talla o un camaleón que se confunde con su entorno. Al abordar este tema recurrente en las artes plásticas, la fotógrafo relativiza la importancia del vestido como soporte de identidad.