PROCESO DE LA EVOLUCIÓN HUMANA (II)

HOMÍNIDOS

Nosotros pertenecemos al grupo de los Homínidos, al que también pertenecen las formas fósiles emparentadas más próximamente con el Homo sapiens. Somos el único género y la única especie de esta familia que pervive en la actualidad. Sin embargo, desde la separación de nuestros parientes más próximos actuales, los chimpancés, distintos géneros y muchas especies de homínidos habitaron nuestro planeta, coexistiendo en muchos momentos, varias de ellas a la vez. Vamos a verlas.

ARDIPITHECUS RAMIDUS

El nombre procede de Ardi ("suelo" en lengua Afar de Etiopía), pithecus ("mono" en griego) y ramid ("raíz" también en lengua Afar). El nombre hace referencia al "mono que está en la raíz del árbol filogenético humano”.  En los últimos años se están descubriendo fósiles de homínidos de hace 4.400.000 años de unos restos para los que se ha creado un nuevo género y especie: Ardipithecus ramidus. Son formas muy primitivas que habitaban en arbolados en una selva húmeda. Por las muelas, con un esmalte fino como el de los chimpancés, sabemos que se alimentaban de frutos, hojas verdes, tallos tiernos, brotes y otros productos vegetales blandos. Es el eslabón más antiguo de nuestra historia evolutiva.

AUSTRALOPITECOS

Australopiteco (mono del Sur) es un homínido fósil, anterior o contemporáneo de los primeros representantes del género Homo. Tiene un cerebro pequeño, es bípedo, aunque con rasgos primitivos en su esqueleto postcraneal.
En la actualidad se clasifican cinco especies conocidas: A. anamensis, A. afarensis, A. bahrelghazali, A. africanus y A. garhi. Abarcan un rango cronológico desde los 4.200.000 años hasta los 2.000.000.
Son homínidos muy primitivos pero con molares más anchos y con esmaltes gruesos, lo que indica que tenían que masticar vegetales más consistentes que las tiernas frutas, brotes y hojas que formaban el sustento de su antepasado, el A. ramidus. Si pensamos que los alimentos vegetales duros o abrasivos, como los órganos vegetales de almacenamiento subterráneo o los granos, se encuentran en ambientes secos, cabe suponer que el primer australopiteco (Anamensis) ocupaba un hábitat de bosque más aclarado que la selva lluviosa en la que vivía A. ramidus. La postura erguida es la adquisición más original de los homínidos, pues sólo ellos se adaptaron al medio herbáceo levantándose. Era la mejor solución para quien se ve obligado a recorrer grandes distancias expuesto a la radiación solar.

Características

Capacidad craneal:
A. afarensis 400-500 cc;
A. africanus 428-500 cc;
A. garhi 450 cc;
Pared craneal delgada, borde supraorbital robusto.
Prognatismo subnasal moderado.
Huesos maxilares masivos.
Mandíbulas masivas y robustas.
Arco mandibular interno en "V" o "U" aguda.
Arcada dental parabólica sin diastema.
En los dientes:
Canino espatulado; desgaste perpendicular al diente.
Premolar y molar absoluta y relativamente grandes.
Bípedos. Modificaciones en la pelvis y el miembro posterior propias de la bipedestación.
Las manos quedan disponibles para cualquier cosa.
La liberación de las manos, supone liberar la mandíbula de sus funciones prensiles; el cráneo puede crecer en volumen.

Comparaciones

De cráneos y mandíbulas De maxilares y dientes De esqueletos
Comparación de dos tipos de Australopithecus (B y C) comparadas con un chimpancé (A).

a. inclinación de la frente,
b. presencia/ausencia de un surco sobre el torus supraorbitario,
c. torus supraorbitario (robusto o no),
d. morfología del canino y la presencia/ausencia de diastema ,
e. posición del foramen magnum.
Diferencias entre los maxilares de chimpancé (A), Aust. afarensis (B) y Homo Sapiens (C).

La forma de las series dentarias: de "U" en (A), de "V" en (C) y entre "U" y "V" en (B).
Las series postcaninas maxilares son paralelas en el (A), parabólicas en Homo (C) y más o menos paralelas en (B).
El tamaño y la forma de los caninos: grandes y cónicos en (A), muy pequeños y espatulados en (C) y espatulados y más pequeños en (B) que en (A).
Diferencias entre el miembro inferior y la pelvis de un Homo sapiens (A), Australopithecus afarensis (B) y Pan troglodytes (C).
Sobre la articulación de la rodilla se ha señalado el ángulo que forman el eje vertical del fémur con la superficie articular, el ángulo es recto en el chimpancé puesto de pie, mientras que en los homínidos es un ángulo más cerrado.  

 

Lucy, la Australopithecus afarensis más famosa

Este esqueleto de homínido pertenece a la especie Australopithecus afarensis. Tiene una antigüedad de 3.200.000 millones de años. Fue descubierto en 1974, a 150 kms de Adís Abeba ( Etiopía). Es el esqueleto de una hembra de cerca de 1 metro de altura, de aproximadamente 27 kg de peso (en vida), de unos 20 años de edad (las muelas del juicio estaban recién salidas) y que al parecer tuvo hijos, aunque no se sabe cuántos.
El nombre Lucy proviene de la canción "Lucy in the sky with diamonds" (The Beatles) que escuchaban los investigadores la noche posterior al hallazgo.  Dotada de un cráneo minúsculo comparable al de un simio, Lucy había andado sobre sus miembros posteriores, signo formal de una evolución hacia la hominización. La capacidad bípeda de Lucy se deduce de la forma de su pelvis, así como también de la articulación de la rodilla. De Lucy se han encontrado 42 huesos.

Reconstrucción de la cara de Lucy mediante técnicas que usan los médicos forenses.

El niño de Taung y Selam, la niña de 3 años

Niño de Taung es la denominación popular del fósil de un cráneo infantil (arriba) de Australopithecus africanus de 2,3 millones de años de antigüedad encontrado en Taung (Sudáfrica) en el año 1924. El fósil fue extraído de la roca en la que se encontraba incrustado. Fue hallado de forma fortuita por unos obreros de cantera de Taung (Sudáfrica). Es excepcional por las partes conservadas: un cráneo y mandíbula y un molde interno de la caja craneal (endocráneo). Tenía todos los dientes de leche y le estaban terminando de salir las muelas definitivas (en nosotros las primeras muelas aparecen a los 6 años y en los chimpancés a los 3). Se cree que tenían un crecimiento similar al de los chimpancés, por lo podría haber muerto moriría a los 3 años.

Selam (sigla DIK-1/1) es el nombre dado a los restos de una niña (arriba) de la especie Australopithecus afarensis de 3 años de edad. Sus huesos fueron encontrados e identificados por primera vez el año 2000, en el yacimiento de Dikika del complejo arqueológico de Hadar, en la depresión de Afar del Gran Valle del Rift en Etiopía. El nombre significa "paz" en amhárico. Los restos tiene una antigüedad de 3,3 millones de años, y son los más antiguos y completos de un homínido encontrados hasta la fecha. El esqueleto de Lucy pertenece a la misma especie. Selam es el fósil más completo de un niño del pasado.

Pisadas de homínidos en Laetoli (Tanzania)

Laetoli (Tanzania) es un yacimiento del Paleolítico inferior famoso por sus icnitas (huellas de pisadas) de humanos antiguos, preservadas sobre cenizas volcánicas. Está localizado a 45 km al sur de Olduvai. Las huellas han sido datadas con el método potasio-argón, en 3.7 millones de años.
Las pisadas se hicieron sobre la ceniza originada por una erupción del volcán Sadiman que se encuentra a 20 kilómetros. Una ligera lluvia posterior convirtió una capa de 15 cms. de grosor en tufa (sedimento rocoso) sin destruir las impresiones dejadas por los pies de todos los que caminaron por allí. Con el transcurso de años y siglos fueron cubiertas por otros depósitos de cenizas.
Las huellas fueron producidas por tres individuos, uno caminando sobre las huellas de otro, haciendo que la pistas originales fueran difíciles de encontrar. Todas ellas van en la misma dirección. Podrían haber sido producidas por un grupo, aunque no hay evidencias a favor de que fuera un grupo familiar visitando el abrevadero juntos. Un estudio de los pasos indica que caminaban tranquilos, como paseando. En 2015 se descubrieron catorce nuevas pisadas en el mismo yacimiento, a sólo 150 metros de las pisadas halladas en 1976, atribuidas al homínido Australopithecus afarensis y con la misma antigüedad. Las nuevas pisadas se encuentran en el mismo estrato de ceniza solidificada que las anteriores y muestran la misma orientación, por lo que debieron de pertenecer al mismo grupo de homínidos.

Australopithecus afarensis era bípedo

Un pequeño hueso de la especie de Lucy demuestra que nuestros antepasados ya caminaban erguidos hace más de tres millones de años. El nuevo hallazgo es el cuarto metatarso del pie izquierdo de Australopitecus afarensis. Y la clave está en su curvatura, semejante a la que presentan los humanos modernos. Es el hueso que conecta los músculos de los dedos y del pie con el resto del esqueleto. Ha sido encontrado en el yacimiento de Hadar. Las icnitas de Laetoli ya indicaban que estos individuos vivían en una sabana abierta. La nueva investigación refuerza esa idea.

Localización de los yacimientos

Parántropos

Hace unos dos millones y medio de años en el clima se acusa una tendencia hacia una menor humedad y más frío. En África este cambio climático se tradujo en una expansión de las sabanas y una reducción de los bosques. En ese preciso momento aparece otro tipo de homínidos que se adapta a los nuevos ambientes, cada vez más secos y abiertos, con menos árboles y más pasto. Los parántropos desarrollaron un impresionante aparato masticador, con grandes muelas para procesar alimentos vegetales duros y abrasivos, que precisan ser preparados intensamente en la boca antes de ser digeridos. El tamaño de los músculos llegó a ser tan grande que provocó la aparición en los machos de una cresta sagital en la parte superior del cráneo. La primera especie de esta línea es esteafricana (Paranthropus aethiopicus) y vivió hace dos millones y medio de años. Especies descendientes y con una especialización todavía más exagerada habitaron Sudáfrica (Paranthropus robustus) y el este de África (Paranthropus boisei) antes de extinguirse no hace mucho más de un millón de años.

El primer espécimen de Paranthropus boisei, originalmente llamado Zinjanthropus boisei, fue descubierto en 1959 por Mary Leaky en el yacimiento de Olduwai (Tanzania). Otros restos de mismo grupo han sido encontrados en Etiopía, Tanzania y en Kenia. Su capacidad craneal era de alrededor de 515 cm3, la cara está muy reforzada, con unos incisivos muy pequeños, pero unos enormes molares y una cresta sagital a la que debían unirse unos grandes músculos masticadores. Por lo demás, el peso, estatura y aspecto general es muy parecido a los Australapithecus. Arriba, en medio, reconstrucción ideal de este cráneo.

Relaciones entre los primeros homínidos

Ardipithecus ramidus, el homínido más antiguo y primitivo, se encuentra en la base de la filogenia. Sólo la aparición de un Austropithecus anamensis ligeramente más antiguo lo desplazaría como una rama colateral sin descendientes y sin relación directa con Homo y otros australopitecos.

Australopithecus anamensis se sitúa como especie inmediatamente descendiente y también muy primitiva. Tiene dos caracteres netamente ligados a los homínidos: el bipedismo y el esmalte dental grueso.

Australopithecus bahrelghazali es una especie antigua, contemporánea de A. afarensis pero que procede del centro de África. A nivel filogenético, aún no tiene vinculaciones claras o definitivas, de momento sólo ilustra la salida de una línea de australopitecos del este de África hace más de 3,5 millones de años.

Australopithecus afarensis representa, en un caso, la especie ancestral de la cual divergieron la línea de Homo y los robustos. En el otro caso, implicaría que presenta ya rasgos morfológicos comprometidos con la línea robusta, y no sería antecesora de Homo.

Australopithecus africanus ha sido considerada durante mucho tiempo como la antecesora directa de nuestro género. Hoy parece que existen rasgos derivados propios que la excluirían de nuestro linaje y acabaría siendo una de las ramas terminales.

Australopithecus garhi sería una especie esteafricana contemporánea de Austrolopithecus africanus y que se propone, entre otras alternativas, como antecesora de nuestro linaje.