Ludismo (luddism)
Todo comenzó un 12 de abril de 1811. Durante la noche, trescientos cincuenta hombres, mujeres y niños arremetieron contra una fábrica de hilados de Nottinghamshire, destruyendo los grandes telares a golpes de maza y prendiendo fuego a las instalaciones. Lo que allí ocurrió pronto sería folklore popular. La fábrica pertenecía a William Cartwright, fabricante de hilados de mala calidad pero pertrechado de nueva maquinaria. La fábrica era por aquellos tiempos algo raro en el paisaje; lo habitual era el trabajo realizado en los pequeños talleres del pueblo. Otros setenta telares fueron destrozados esa misma noche en otros pueblos de las cercanías. El incendio y el conjunto de mazas se desplazó luego hacia los condados vecinos de Derby, Lancashire y York, corazón de la Inglaterra de principios del siglo XIX y centro de gravedad de la Revolución Industrial.
Esta situación se expandió sin control por el centro de Inglaterra durante dos años. Un ejército de diez mil soldados -lo difícil que fue acabar con los luditas-  al mando de un general intentaba parar la situación. Quizá los miembros del movimiento se confundían con la comunidad, pero en un doble sentido: contaban con el apoyo de la población, o eran la población. Maitland, el general, y sus soldados buscaron desesperadamente a Ned Ludd, su líder, pero no lo encontraron. Jamás podrían haberlo encontrado, porque Ned Ludd nunca existió: fue un nombre inventado por los habitantes de la zona para despistar a Maitland. Otros líderes que firmaron cartas burlonas, amenazantes o peticiones se apellidaban “Mr. Pistol”, “Lady Ludd”, “Peter Plush” (felpa), “General Justice”, “No King”, “King Ludd” y “Joe Firebrand” (el incendiario).

Hacia el 18 de marzo de 1817 Daniel Diggle fue acusado de intentar para pegar un tiro a Jorge Kerrey. Esta es la historia. Era el 22 de diciembre de 1816. Esa noche, Daniel Diggle junto con otros hombres llegó en sus acciones destructivas a la casa de Jorge Kerry. Este intentó detenerles, pero Diggle le disparó con una pistola. Y aunque Kerrey no fue herido de gravedad, Diggle pensó que lo había matado por lo que huyó precipitadamente. Más tarde fue detenido y ejecutado a las afueras de la cárcel el 2 de abril de 1817. El dramático momento del ajusticiamiento fue recogido por la prensa. Como consecuencia de este y de otros procesamientos el ludismo se fue desvaneciendo gradualmente.  (arriba, cabecera del periódico con la noticia)
Cartismo (chartism)
El cartismo fue un movimiento populr de reforma social que surgió en Reino Unido y que expresaba la agitación de la clase obrera, debido a los cambios producidos por la Revolución Industrial, la coyuntura económica y a leyes promulgadas por el Parlamento. Al igual que el ludismo, el cartismo fue un movimiento propio de la primera etapa del movimiento obrero pero, a diferencia de aquel, tuvo una índole esencialmente política. Abajo, un cartel de los inicios del movimiento y otro con los seis puntos reivindicativos.

El movimiento fracasó, entre otras causas, por las disensiones internas entre moderados y radicales. Además, la represión del gobierno británico, que militarizó las zonas en donde la agitación se hizo más activa, abortó el movimiento. El fracaso de la revolución de 1848 asestó el golpe definitivo a las aspiraciones cartistas. En adelante la lucha de carácter político sería abandonada por los obreros ingleses quienes moderaron en gran medida sus reivindicaciones para concentrarse en la lucha de carácter sindical. La acción política se circunscribió al continente, de manera más significativa a Francia. Aunque el cartismo se malogró, constituyó una importante experiencia para la clase obrera en su intento de mejora de las condiciones de vida; su acción forzó al gobierno británico a articular una legislación que en ocasiones contó con un elevado contenido social, siendo un ejemplo de ello la “Ley de las diez horas”. En la imagen inferior, la gran marcha cartista en Kennington Common el 10 de abril de 1848. En 1858 se tuvo la última convención cartista.

Abajo, tarjetas de diversos años de miembros cartistas.

Imagen de la serie  de viñetas “Jacob & ‘Becca or women’s rights”. La primera está basada en los derechos de la mujer. Parece referirse a Jacob Bright, el primer alcalde de Rochdale, chartista y partidario de sufragio de mujer y a Lydia Becker, fundadora del Diario del Sufragio de la mujer (Women's Suffrage Journal) fundado en 1870. El sufragio femenino fue apoyado por el cartismo y por algunos intelectuales y políticos liberales. Pero los proyectos de ley presentados al Parlamento inglés en favor del voto femenino no fueron aprobados. En parte, por la oposición de la propia reina Victoria I, y en parte porque muchos dirigentes políticos temían que los votos de la mujeres loa afectaran desfavorablemente en las elecciones.