El Congreso de Viena y sus consecuencias
La restauración comienza en Europa tras la derrota final de Napoleón. Las antiguas monarquías se organizaron para recuperar el poder perdido durante los años de la Revolución francesa y el Imperio napoleónico. Las potencias que se habían unido para derrotar a Napoleón resolvieron el destino de Europa. Los reyes europeos decidieron unirse para defender su poder y evitar que nuevas revoluciones o nuevos "napoleones" volvieran a quitárselo.
Abajo tienes los mapas en tiempos de Napoleón (1811) y de la Restauración (1815). Compara para ver las diferencias.
Cuando lo reyes europeos recuperaron sus tronos, para evitar nuevas revoluciones y movimientos que volvieran a arrebatarles el poder, hicieron acuerdos entre sí. Uno de estos fue la Santa Alianza. Austria, Rusia y Prusia se unieron en torno a las ideas religiosas que tenían en común para enfrentar juntos las amenazas que pudieran desestabilizar sus gobiernos monárquicos.
Las revoluciones de 1820
En España se repone en su trono a Fernando VII quien gobierna como monarca absoluto. Pero ante una situación insostenible y con el malestar en la población, por fin un pronunciamiento de los muchos que se realizaron triunfa. El general liberal Rafael del Riego (01/01/1820) se subleva en Cabezas de San Juan (Sevilla) y recibe el apoyo de otras guarniciones. Obliga a Fernando VII, cercado políticamente, a jurar la Constitución de Cádiz de 1812, dando paso así a un gobierno liberal de tres años.
El gráfico corresponde al inicio del Trienio Liberal de 1820 tras el golpe del general Riego; pero escenas parecidas se repitieron a lo largo de todo el reinado de Fernando VII.
El grabado es original de 1820. Representa la expulsión de los inquisidores de las sedes del Santo Oficio que son confiscadas por los liberales. Hay que fijarse en el detalle de los burgueses tirando los libros y actas de la Inquisición, las caras de los inquisidores y la presencia de militares en las revueltas.
La Santa Alianza y los Cien Mil Hijos de San Luis
Fernando VII aprovechó la debilidad de los liberales y solicitó en secreto la intervención de la Santa Alianza que envió en su ayuda a "Los Cien Mil Hijos de San Luis", un ejercito francés al que se le unieron diversas fuerzas absolutistas que finalmente vencieron a las desunidas y desilusionadas tropas de Riego. Los Cien Mil Hijos de San Luis, cuadro pintado por Hippolyte Lecomte (1781-1857) en 1828.
El rey Fernando VII recibe en el Puerto de Santa María (Cádiz) al duque de Angulema al frente de los Cien Mil Hijos de San Luis enviados por la Santa Alianza. Le repone en el trono español el 1 de octubre de 1823. Esta intervención devolvió los poderes absolutos al rey que vuelve a ejercer de déspota sin contemplaciones contra los que destacaron en el corto periodo liberal, empezando por Riego que es ejecutado públicamente para ejemplo de un populacho que siempre receló de los constitucionales burgueses. Cuadro pintado por José Aparicio Inglada en 1827.
Revoluciones de 1830


 

Efectos de la revolución de 1830 en Francia: Esta revolución de 1830 elevó el espíritu nacional en países como Bélgica, Alemania, Italia, España, Portugal y Polonia. Grabado al acero de 22 X 28 Cm. Grabado por Skelton y pintado por Vernet
Antiguos folios litografiados y publicados en 1830 en París por Gihaut para una serie de gráficos con escenas de la revolución de 1830 en Francia. Se ve un Combate en la calle san Antonio, a la izquierda; y la Toma del palacio real, a la derecha. Son dos escenas dramáticas de la insurrección en las calles de París, con civiles armados  contra soldados de la Guardia Nacional. El rey Carlos IX se vio forzado a abdicar y la Asamblea Nacional puso como rey el duque de Orleans, conocido como rey Luis-Felipe.
Cuadro pintado por Delacroix después de los tres días de julio de Revolución producida en París en 1830. Como resultado, el rey Carlos X, que había suprimido el Parlamento y quería restringir la libertad de prensa, fue destituido del trono y sustituido por Luis Felipe Orleáns. La revolución se extendió por el continente europeo. Inglaterra no participó del proceso pues era una monarquía parlamentaria, pero vio surgir el movimiento obrero y el movimiento político con el cartismo. Sin embargo, las potencias absolutistas de la Santa Alianza consiguieron reconducir el proceso revolucionario sin que hubiera más revoluciones hasta la siguiente de 1848. Es una de las Revoluciones burguesas o Revoluciones liberales, de la que supone un ciclo revolucionario, continuación de la Revolución de 1820 (originada en España con el levantamiento del general Riego), y que será a su vez continuado por la citada Revolución de 1848 y la de 1871.
La revolución fue seguida por ciudadanos enojados de todas las clases sociales; no existió un único cabecilla. En medio de una ciudad en llamas, surge una mujer, muy sensual y realista, que representa a la vez a la Liberad y a Francia. Va con el pecho al descubierto, lo que escandalizó a críticos y a parte de la sociedad de la época. Lleva en su mano derecha la bandera tricolor y en la izquierda el fusil. Le acompañan miembros de las diferentes clases sociales: unos obreros con espada y sable a la izquierda, un burgués con sombrero de copa con una escopeta (el propio Delacroix), un moribundo andrajoso que mira fijamente a la mujer para señalar que ha merecido la pena luchar, y un adolescente con dos pistolas. Así se manifiesta la amplia participación ciudadana y deja clara que la causa común no mira la procedencia jerárquica. Al fondo aparece la ciudad envuelta en el humo de la pólvora. El ambiente es muy denso y no se aprecian casi las figuras posteriores. Pero sí se ve al fondo, difuminada, Notre Dame, la catedral de París, con la bandera tricolor en lo más alto.
La libertad estaba ligada indisolublemente en aquella época al concepto de Patria. Por eso, la figura central de la mujer, alegoría de la libertad, lo es también de la nación., y por ello va con la bandera tricolor y el gorro frigio, símbolos revolucionarios pero que el nuevo régimen, a pesar de ser monárquico, adoptó. Y por eso aparece Notre Dame y la bandera francesa en ella.
Revoluciones de 1848