EUROPA ANTES DE LA IIª GUERRA MUNDIAL
EXPANSIONISMO ALEMÁN

Una vez que Hitler y su Partido Nacional Socialista, conocido popularmente como nazi, llegaron al poder en 1933, usaron todos los medios posibles, incluso los ilegales, para invalidar los acuerdos estipulados en el Tratado de Versalles. Para ello, se valieron de acciones diplomáticas y militares, aprovechando la débil reacción de los países Aliados, en especial Gran Bretaña y Francia. Entre las primeras acciones de Hitler estuvo la salida de Alemania de la Sociedad de Naciones, el desconocimiento del Tratado de Versalles, la reactivación del servicio militar obligatorio y la producción de aviones y barcos de guerra.

EXPANSIONISMO ITALIANO
A partir de la unificación italiana en 1870 fue necesario hacer frente a algunos problemas graves, como la sobrepoblación y la consecuente falta de trabajo, bienes y servicios que esto generaba. En busca de una salida, el gobierno decidió hacerse de un mayor territorio. Así, en 1912 se anexó Libia; y en1923 las islas del Dodecaneso, en el mar Mediterráneo. Mussolini siguió con la política de expansionismo territorial semejante a la realizada por Hitler. En 1935 fue invadida Abisinia (hoy Etiopía), uno de los pocos países que quedaban independientes en ese continente. Fue anexionada en 1936. Esta zona, junto a Eritrea y Somalía, constituyó al África oriental italiana. La Sociedad de Naciones sancionó a Italia por la intervención militar y por la política agresiva contra Abisinia. Pero, en 1937, el gobierno italiano abandonó la Sociedad de Naciones y fortaleció sus relaciones con el gobierno alemán. Ambas naciones tenían gobiernos con características comunes.
EXPANSIONISMO JAPONÉS
La política de expansión imperialista del Japón se manifestó desde fines del siglo XIX con una actitud agresiva en contra de sus vecinos, Rusia y China. Durante las tres primeras décadas del siglo XX, esta tendencia, surgida del deseo de poseer territorios para obtener de ellos materias primas y vender productos, se agudizó. De forma paralela tuvo lugar el ascenso al poder de una clase militar poderosa, que se empeñó en ampliar y modernizar el ejército.
En 19033 Japón abandonó a la Sociedad de Naciones porque se oponía a que ocupara China. Pese a las protestas internacionales, la invadió en 1937 y ocupó Beijing. Estas acciones militares prepararon a Japón para proseguir con una política expansionista hacia el océano Pacífico y Asia, por lo cual había desarrollado una gran fuerza aérea y naval. Así invadió Corea, Formosa y gran parte de las islas del océano Pacífico.

A Japón le interesaba el sudeste asiático por las materias primas, especialmente Malasia, rica en petróleo, caucho, zinc, estaño (círculo verde). Tanto Malasia como Hong Kong eran zonas que el gobierno japonés consideraba “absolutamente esenciales para una defensa de un Asia oriental mayor”. Como se ve, por otra parte, la zona de defensa engloba al área de materias primas, fundamentales, precisamente para que esa defensa pudiera mantenerse.

Mapa que muestra la máxima extensión del Imperio Japonés hasta 1942. Lo representado en rojo es el territorio durante la Era Meiji. Lo rosado, lo amarillo, verde y naranja representan las diferentes adquisiciones que obtuvo Japón en sus campañas contra China y Rusia (Manchuria, Mongolia, Corea y diversas islas). Lo violeta representa la expansión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial. Esto demuestra la gran rapidez con que Japón se extendió en el Este de Asia, abarcando un período aproximado de 70 años.