Domingo sangriento (22-01-1905)

El cura Gapón lee las demandas en una reunión de trabajadores. Dibujo de artista desconocido. Fecha: Principios del siglo XX.
El hecho que desencadenó el proceso revolucionario ocurrió el 9 de enero de 1905. Una una muchedumbre desarmada de obreros, campesinos, mujeres y niños se encaminó hacia el Palacio de Invierno, residencia del Zar en San Petersburgo, al grito de paz y pan. Pretendían hacerle llegar una serie de peticiones: convocatoria de una asamblea constituyente, mejoras salariales, jornada de ocho horas, libertad de sindicación, etc. Por respuesta obtuvieron una violenta represión que se saldó con más de mil manifestantes muertos. El acontecimiento pasó a la historia con el nombre de Domingo Sangriento. La sangrienta represión provocó una oleada de protestas en toda Rusia: el divorcio entre el zar y la masa de campesinos y obreros abocaba a Rusia a lo peor. Mañana del 9 de enero (junto a la puerta Narvskaia). Grabado de artista desconocido. Fecha: hacia 1925

Fotograma de la película Nueve de enero, de Vyacheslov Viskovsky. 1925

El domingo sangriento en Rusia, 1905. La impresión de reproducción sobre el papel con tintas resistentes de archivo. 1905.
Acorazado Potemkin (26-06-1905)
La reacción de los habitantes de San Petersburgo a lo ocurrido el Domingo sangriento se materializó en una oleada de protestas acompañada de la paralización del sistema productivo como consecuencia de huelgas y motines. En San Petersburgo y Moscú surgieron las primeras asociaciones de obreros y campesinos, los "soviets" (comités de obreros). En junio de 1905 la marinería del acorazado Potemkin, anclado en el puerto de Odessa (Mar Negro), se sublevó contra sus oficiales, iniciativa que se extendió a otras unidades de la marina y del ejército. 
Este hecho está recogido en El acorazado Potemkin, una película muda de 1925 dirigida por el cineasta soviético Eisenstein. Está considerada como una de las películas propagandísticas más influyentes de todos los tiempos.
Los acontecimientos del Domingo Sangriento quedan recogidos, en cierta medida, en la famosa secuencia que tiene la película de la escalera de Odessa, donde, por cierto, nunca se produjo la matanza que narra Eisenstein. (Escenas de arriba y de abajo)