TOTALITARISMOS |
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En la parte más oriental de Europa se instaló un conjunto de regímenes totalitarios de carácter conservador con la voluntad de levantar un “cordón sanitario” frente al bolchevismo (1920, Hungría; 1926, Polonia y Lituania; 1934, Letonia y Estonia; 1935, Bulgaria; 1936, Grecia). En el sur de Europa aumentaron las dictaduras: además de Italia, en 1923 Primo de Rivera protagoniza un golpe de Estado en España y en 1926 Salazar establecía una dictadura en Portugal. La solidez del régimen democrático tan solo se mantuvo en aquellos países donde un mayor arraigo de las fuerzas democráticas tradicionales permitieron aislar a los partidos más radicales. Así se mantuvo la democracia en Gran Bretaña, Francia, Suiza, Bélgica y Holanda, Noruega, Suecia y Dinamarca. |
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A pesar de las grandes diferencias entre los sistemas autoritarios-nacionalistas (fascismo y nazismo) y el comunismo estalinista, los tres se caracterizaron por el rechazo a la democracia pluralista y representativa, por la dictadura de un líder carismático y de un partido único, la opresión de los derechos humanos, una política de terror continuado, la manipulación constante de los medios de comunicación y el control centralizado de la economía. |
![]() Carteles franceses de nacionalistas y comunistas criticando a Stalin y Hitler. |
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Los regímenes totalitarios usarán símbolos y actitudes que ya estaban en la historia y a los que van a dotar de un sentido nuevo. Es el caso, por ejemplo, del saludo con el brazo extendido y la palma hacia abajo que ya usaron los romanos. En la imagen, el cuadro de Jacques David (1748-1825), realizado en 1811, y conocido como la Entrega de las águilas. La entrega de las bandera por parte de Napoleón es acompañada de un juramento por parte de los oficiales hacia su emperador. |