Una de  las innovaciones de Tiziano es el uso del retrato de cuerpo entero. Los ejemplos más sobresalientes son los retratos de los monarcas Carlos I y Felipe II, pintados de este modo en varias ocasiones, bien de pie, bien sentados. Los retratos no solo procuran reflejan el símbolo estatal que dichas personalidades reales encarnan; Tiziano les añadió, además, expresiones de cercanía humana.
El arte del retrato español del Renacimiento tiene en Juan Pantoja de la Cruz a uno de sus máximos representantes. Natural de Valladolid (1553) fue discípulo de Sánchez Coello en Madrid, sucediéndole como pintor de cámara del rey Felipe II. Siguiendo la tradición flamenca, en sus retratos se destaca la minuciosidad a la hora de mostrar los encajes, vestidos o joyas, situando a la figura en pie y sobre un fondo oscuro. Se interesó también por la temática religiosa, atraído por los juegos de luz y el realismo. Falleció en Madrid en 1608. Retrato de Felipe II.
Carlos de Austria (o de Habsburgo) (Valladolid, 08/07/1545-Madrid, 24/07/1568), Príncipe de Asturias. Caracterizado por su formación débil y enfermiza, hijo de Felipe II y su primera esposa María de Portugal con la que se casó dos años antes y la cual murió en el parto.
Uno de sus tutores, Honorato Juan le confió a su padre que Carlos se estaba volviendo loco, lo cual no era inesperado por ser su padre y madre primos y ambos nietos de Juana la Loca. Retrato realizado por Tiziano.
A la derecha, el rey Felipe II  junto a su sobrina -y cuarta mujer- la reina Ana de Austria, madre de Felipe III; detrás su primera esposa, María de Portugal, junto a su malogrado hijo Don Carlos, y la tercera, Isabel de Valois. Estatuas de bronce policromado de Pompeio Leoni en El Escorial.