CARTELES DE LA GUERRA CIVIL

 

Cuando veas estas imágenes, encontrarás una desproporción entre el número de carteles republicanos y aquellos nacionalistas. La diferencia es fiel reflejo de la distinta importancia que cada bando concedió al cartel político: fundamental para los republicanos, casi inexistente entre los nacionalistas. Las razones están entroncadas en la tradición y en la política diaria de los dos bandos y no son difíciles de discernir.
El cartel franquista no tuvo, indudablemente, la calidad que alcanzó el republicano. Las industrias gráficas, las grandes imprentas, los cartelistas dedicados a realizar bocetos para las salas cinematográficas y los teatros o para las grandes empresas comerciales residían en Madrid, Barcelona o Valencia, ciudades que habían quedado en la zona republicana. Desde Salamanca, Burgos, Valladolid o Sevilla, la propaganda gráfica que se realizó fue muy de circunstancias. Por otra parte, buen número de carteles franquistas, y seguramente los más conseguidos, se imprimieron una vez acabada la guerra.

 
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