22/06/2006: La niña más antigua del
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Un equipo de paleoantropólogos etíopes y
alemanes ha encontrado en Etiopía el fósil de una niña de hace 3,3
millones de años, el más antiguo jamás encontrado. Las conclusiones del
estudio, que publican las revistas 'Nature' y 'National
Geographic', determinan que estos primitivos homínidos, de la especie
'Australopithecus afarensis', caminaban erguidos, aunque no eran capaces
de hablar.
Esta niña, de unos tres años de edad, murió siendo aún lactante cerca del
antiguo río Awash, en lo que hoy es el yacimiento de Dikika, en Etiopía.
Su cuerpo quedó sepultado bajo guijarros y arena tras una riada -que quizá
incluso fuera causa de su muerte- y los restos arqueológicos quedaron
protegidos de la intemperie, por lo que han sido encontrados en muy buen
estado, aunque prácticamente soldados a una espesa capa de matriz.
La recompensa al durísimo trabajo de limpieza (cinco años) ha sido enorme:
unos detalles nunca antes vistos en un fósil de australopiteco, entre
ellos el juego completo de dientes de leche y varios molares todavía sin
salir, buena parte de las costillas, la columna e incluso uno de sus
dedos, aún flexionado, como agarrando algo.
Pero el que sin duda más llama la atención de los científicos es un
pequeño fragmento óseo alojado en la garganta: el hioides. "Su estudio es
clave para determinar si estos homínidos tenían capacidad de hablar".
Hasta ahora sólo se habían hallado tres hioides en todo el mundo, todos
ellos de ejemplares adultos y los más antiguos -encontrados en la Sima de
los Huesos de Atapuerca- de unos 400.000 años de antigüedad. Analizando
este hueso se podrá conocer el aparato fonador humano, lo que sirve para
determinar si estos homínidos tenían capacidad de hablar o no. El hioides
de la niña hallada en Etiopía es muy similar al de un chimpancé, lo cual
no es sorprendente, pero sí confirma que estos homínidos sólo eran capaces
de emitir sonidos guturales y chillidos, pero no tenían capacidad de
hablar.
Según los primeros datos hechos públicos por el equipo científico, de
cintura para abajo la niña de Dikika era muy parecida a nosotros. Una de
sus rodillas, de aspecto muy similar a las de los actuales humanos,
conserva la rótula, del tamaño de un guisante seco, y los huesos del pie y
el tobillo encontrados permiten determinar que su modo de andar era
caminando sobre los dos pies. Sin embargo, de cintura para arriba la niña
era mucho más parecida a un chimpancé que a un hombre, con muchos rasgos
simiescos: el cerebro era pequeño, la nariz chata -como la de los
chimpancés- y la cara alargada y protuberante. Los huesos de los dedos
eran curvos y casi tan largos como los de un chimpancé, y sus omóplatos
-los primeros hallados completos de un australopiteco- indican a los
científicos que estos homínidos eran capaces de desplazarse saltando de
rama en rama.
No es la primera vez que se encuentran huesos de niños de 'Australopitecus',
pero siempre habían sido huesos sueltos. Éste es un esqueleto casi
completo, y eso dará pistas muy importantes sobre el desarrollo y
evolución de estos homínidos. El fósil de la niña es uno de los más
completos hallados hasta la fecha de los 'Australopithecus afarensis', la
misma de uno de los más famosos cráneos jamás encontrados: el de 'Lucy',
una hembra descubierta en los años setenta.
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