Elecciones de 1936
En las elecciones de febrero de 1936, con una participación del 75,2%, la coalición CEDA-monárquicos alcanzó el 56,44% de los votos; la coalición de izquierdas, el Frente Popular, un 43,55%. En cuanto al número de actas que una y otra agrupación envió a Madrid, la victoria de la derecha era tan contundente como engañosa de la realidad más profunda de la vida política de la provincia, pues enviaba a las Cortes cinco diputados, todos sus candidatos, por sólo dos del Frente Popular.
Pero el Frente Popular triunfó en los centros urbanos: Santander, Torrelavega, Reinosa, Castro Urdiales y Los Corrales de Buelna. Las derechas lo hicieron en las zonas rurales y en los pueblos pesqueros: Santoña, Laredo y San Vicente de la Barquera.
La insurrección no triunfa en Santander

Santander es el nombre de la provincia en 1936 y también de la capital de provincia. Santander, una provincia pequeña, con apenas 400.000 habitantes, una  industria no muy importante y escasa guarnición militar, tenía reducido relieve en los proyectos de sublevación trazados por Mola.

Toma de Santander por los nacionales
1. Una columna motorizada italiana une las agrupaciones B y C en la retaguardia republicana. Es el sistema de "bolsas tácticas".
2.
Las agrupaciones B y C bajan por los valles cruzados por los ríos Besaya y Pas. Las nuevas líneas defensivas republicanas sufren un constante bombardeo aéreo.
3.
Al ocupar Ontaneda, la agrupación A comienza a avanzar desde su posición por la costahacia Laredo (imagen inferior).
4. Al tomar
Torrelavega los republicanos no pueden huir por tierra hacia la zona republicana más cercana, que queda cortada.
5.
Desde Torrelavega parte la I Brigada Navarra hacia la capital. Santander cae en manos de los nacionales el 26 de agosto.
Al terminar, distintos resultados...
Muestras de entusiasmo durante la entrada de las tropas franquistas en Santander el 26 de agosto de 1937.
En agosto de 1939 se celebra en Santander una misa de campaña con motivo del segundo aniversario de la conquista de la ciudad por parte de las tropas de Franco. (foto inferior)
Unos a la cárcel...
La caída de Santander en poder del ejército nacionalista trajo consigo la captura de unos cincuenta mil prisioneros. En Santander hubo varios campos de concentración: la plaza de toros, los Campos de Fútbol, las Caballerizas del Palacio de la Magdalena y el Seminario de Corbán. Además, se crearon en Santoña, cuatro campos de concentración con un total de 1.200 prisioneros; varios campos en Laredo para unos 9.000 prisioneros; otros más en Castro Urdiales que albergaban a 10.000 prisioneros, y los cuatro de Santander para un total de 12.000 prisioneros. Hay que suponer que el resto de prisioneros serían trasladados a otros campos fuera de Cantabria. (imagen inferior, plaza de toros de Santander)

Otros van camino del exilio...

Y otros... corrieron peor suerte: el exterminio

En las tapias del cementerio de Ciriego (Santander) fueron fusiladas por consejos de guerra 836 personas, 66 en el frontón de Reinosa, 76 en el cementerio de La Llama de Torrelavega, 90 en el Dueso de Santoña y 10 en Castro Urdiales. Datos y gráfica tomados del libro Guerra Civil en Cantabria y Pueblos de Castilla, escrito por Jesús Gutierrez Flores.
El bunker
Poco después del mediodía del domingo 27 de diciembre de 1936 sonaron las sirenas de Santander avisando de la presencia de aviones enemigos. Tras cruzar la cordillera por El Escudo, desde la mar y por La Maruca, entraron 18 aparatos, la mitad trimotores Junkers Ju-52 de bombardeo y la otra mitad biplanos de caza Heinkel He-51. La primera y más terrible descarga cayó sobre el Barrio Obrero del Rey, a cuyos vecinos, que huían despavoridos por los prados del Alta, ametrallaron los cazas con saña. Durante diez minutos no cesó el bombardeo y las ametralladoras de los aviones tableteaban sin cesar. El balance fue dantesco: murieron 68 personas y otras tantas quedaron heridas. Pero la venganza fue incluso peor: al día siguiente, la gente, encolerizada, se lanzó contra el barco prisión Alfonso Pérez, amarrado en la dársena de Maliaño, y comenzó una masacre en la que murieron 155 señalados presos; a otros seis les llevaron al paredón de Ciriego, donde fueron fusilados. Este bombardeo hizo cambiar el plan de refugios: hasta ese momento -explica el investigador José María Alonso del Val- sólo había veinte, y en poco tiempo se duplicó su construcción. En los ocho meses más que duró la guerra en Santander hubo otros siete u ocho bombardeos, pero ninguno de tal magnitud.

Algunos de los lugares que se utilizaron como refugios fueron: Los arcos del edificio de Botín, en la Plaza de la Libertad (actual Plaza de Pombo) que se cerraron con sacos terreros; la iglesia del Santo Cristo; el túnel de Tetuán; los sótanos de comercios y casas céntricas.

En el año 2006, las obras de reforma realizadas en la Plaza del Príncipe de Santander dejaron al descubierto los restos de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil de 150 metros cuadrados. Un vestigio de la historia de Santander, que se encuentra ubicado en pleno centro de la ciudad, muy cercano al resto de recursos que conforman el anillo cultural y que se suma a esta propuesta que recupera el pasado de la ciudad, como recurso cultural, patrimonial, histórico, didáctico y turístico, dirigido a santanderinos de todas las edades y a quienes visiten la ciudad.
Nido de ametralladoras