ELECCIONES DE ABRIL DE 1931
MARCHA DE ALFONSO XIII
Texto de la página de la Traca. “El muy funesto señor Don Alfonso de Borbón Llapisera y Gutiérrez, ex rey de Jauja. Emperador de Annual. Príncipe de Monte-Arruit, Gran Duque del Barranco del Lobo y Montjuich. Comendador del “Tenorio”. Chupóptero de los Monopolios. Caballero de la Orden del Desorden. Accionista liberado de todas las malas Compañías. Presidente honorario de las sociedades El Polo, El Tennis, la Regata, El Parchís; primer Agricultor del Reino, primer Cazador del Reino, primer Pescador del Reino, primer ciudadano de Cádiz, condecorado con la gran Cruz de Unamuno y Alcalá Zamora y varias placas rotuladoras, etc., etc., LA HA DIÑAO...”
ANTICLERICALISMO
La Traca, el 12 de mayo, saldaba el tema de la quema de conventos con una especie de editorial, enmarcado por sendos dibujos de curas y monjas huyendo de las llamas, que, entre otras cosas, decía: “... el pueblo español, con ese sentido práctico que tiene de las cosas, optó por tomarse la justicia por sus manos, y en un santiamén sacó de sus guaridas a toda la inmundicia frailocracia, quemando además algunos conventos (...) No queremos analizar si los incendios fueron obra de los extremistas o de los agentes monárquicos; lo que sí afirmamos es que esas inmundas madrigueras, albergue de vagos, focos de sensualidad, centros de vicio y corrupción, tiempo ha que debieron ser desalojadas, desinfectadas y convertidas en escuelas”.
QUEMA DE IGLESIAS Y CONVENTOS

Las tres imágenes superiores: quema del colegio Ntra.Sra. de las Maravillas (La Salle) en Madrid (11-05-1931)

Arriba, quema de la casa de los Jesuitas en Madrid. Abajo, quema del ICAI [Instituto Católico de Artes e Industria] (11-05-1931). También ardieron 20.000 volúmenes y obras únicas en España, más el irrecuperable archivo del paleógrafo García Villada, producto de una vida de investigación. Era la segunda biblioteca más importante del país tras la Biblioteca Nacional.

SUCESOS
Juicio en Castilblanco

El hambre y la miseria de muchos trabajadores del campo creaban las condiciones ideales para la violencia revolucionaria. Los pueblos de Castilblanco, Arnedo y Casas Viejas se convirtieron en exponentes claros de esa violencia. En Castilblanco (Badajoz) estalló una huelga general el 31 de diciembre de 1931. Ante la brutal represión, los campesinos reaccionaron violentamente matando a cuatro números de la Guardia Civil. (Arriba, sentados en el banquillo durante el juicio).

En Arnedo (La Rioja), murieron siete trabajadores y quedaron heridos treinta más al disolverse a disparos de la Guardia Civil la manifestación que se celebraba ante la casa consistorial del pueblo. (Abajo, entierro de los fallecidos).

Los sucesos de Casas Viejas es el nombre con el que ha pasado a la historia uno de los episodios más importantes y trágicos de la Segunda República Española, durante el gobierno de Azaña, aunque posteriormente volvería a ocupar la presidencia del gobierno en 1936. El 11 de enero de 1933 tuvo lugar en la localidad gaditana que actualmente se llama Benalup-Casas Viejas una revuelta protagonizada por un grupo de anarquistas de la CNT que decidió hacer la revolución por su propia cuenta e imponer el comunismo libertario, destituyendo al alcalde e intentando tomar el cuartel de la Guardia Civil donde se encontraban un sargento y tres números. Hieren de muerte al sargento y a uno de los números, pero no consiguen sus propósitos. Inmediatamente, enterado el gobierno, envió fuerzas de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto que entraron a tiros en el pueblo, incendiaron la casa donde se habían refugiado algunos de los dirigentes de la insurrección, entre ellos el conocido como "Seisdedos" y luego procedieron a una serie de juicios sumarísimos, fusilándose a participantes y sospechosos de haber participado en los hechos.