ÚLTIMAS TENDENCIAS

 

1.- La década de los sesenta

2.- Creación de ambientes

3.- Superación del objeto

4.- Salir

 


1.- La década de los sesenta

La evolución del arte en el siglo XX desde el dadá a la actualidad encontró en la década de los sesenta un remanso cognoscitivo y revulsivo que hizo posible que el arte realizado posteriormente no tuviese como objetivo la imitación, interpretación o representación de la realidad. El arte conceptual vino a recomponer la gran mayoría de aportaciones en la idea que del propio arte habían sido planteadas en otros movimientos anteriores como el futurismo, el dadá, el surrealismo, el suprematismo, el movimiento moderno o incluso por el propio arte pop. El arte conceptual ha contribuido indefectiblemente a entender qué era lo más importante en la creación artística. Es evidente que para los conceptuales lo más importante no son valores como representación iconoclasta, la perdurabilidad del arte, su valor social o su función sino la concreción de una idea.
La reflexión y el estudio de las posibilidades de un concepto y cómo éste puede ser comprendido desde una acción artística permitió que las probabilidades de interpretación de los conceptos mismos generasen nuevas corrientes que por su importancia deben ser consideradas ya como aportaciones singulares al margen del arte conceptual, el cual de alguna manera es aún la base y el cimiento de todo el arte de este final de milenio. Algunas de esas singularidades más notables son obviamente el land art, el minimal art y el art povera.

Podemos advertir dos direcciones globales en los movimientos artísticos:

a) La creación de ambientes artísticos, como creaciones artísticas globales, en las que se pretende involucrar a todos los sentidos, con ambientes luminosos, sicodélicos, y espacios lúdicos en general.

b) La superación del objeto artístico, dando mayor importancia al concepto del arte, al proceso de creación.


 

 

 


2.- Creación de ambientes


Coincidiendo con muchas de las tendencias pictóricas apuntadas y en actitud polémica con quienes afirman la especificidad y legitimidad de la práctica pictórica tradicional, surgen con intensidad en los años setenta otros movimientos y modos de entender la actividad artística. En la base se sitúa el cansancio del objeto artístico habitual (cuadro o escultura) con su vergonzante recuperación comercial. Hay un deseo de extender los límites del arte y la creatividad sobre la naturaleza, el propio cuerpo o las situaciones cotidianas.

La distinción tradicional entre escultura y pintura desaparece y en su lugar se crean productos que participan de ambas.

Se substituye la obra duradera por otra temporal, para tratar de combatir el sistema establecido, sobre todo la comercialización. Pero la realidad es que la sociedad ha absorbido de inmediato estos productos perecederos y los ha proporcionado un valor crematístico incluso superior al de los objetos de arte tradicionales. La labor de la fotografía y del cine o del video es imprescindible para dejar constancia de muchos de estos acontecimientos.
 

HAPPENING

El concepto de happening se usa por primera vez en 1958. Pretende provocar artificialmente una situación con actos escenificados en los que, siguiendo un guión indicativo, se inventa o recrea algo contando con la participación del espectador. Los criterios esencias del "happening" son la eliminación de las barreras entre al artista y el público y acomodar el suceso artístico a situaciones observadas en la vida cotidiana. Para que el espectador pueda ejercer todas sus capacidades creativas simultáneamente se mezclan diversos medios de expresión: plásticos, música, teatro. Lo que interesa no es tanto la perfección del acto cuanto la acción en sí. Su única perennidad es la que deriva de su eventual fijación en fotografías o películas. A modo de ejemplo, mira estas secuencias.

PERFORMANCE

El trabajo con el propio cuerpo, conocido con el nombre genérico de performance, ha originado muchas manifestaciones, con el común denominador de buscar una relación más directa y espontánea con el espectador mediante una exaltación del cuerpo, de sus acciones y sus relaciones en un espacio físico y tiempo determinado. Pero como con estas características surgen infinidad de posibilidades, la caracterización de la performance es difícil de precisar. Puede ir desde la ejecución de un ritual a la exaltación de un acto cotidiano, desde la provocación sexual a la contemplación estática, desde la simple autopresentación del artista a la interacción con objetos, la creación de situaciones o el desafío al espectador.

Las obras, además de escapar a las categorías tradicionales, cuestionan con total radicalidad el concepto mismo de arte como producción de objetos. Las performances son obras efímeras. De su realización sólo queda, como ya se ha dicho, en el mejor de los casos, una documentación escrita, una fotografía o unas imágenes de cine o de video. A veces puede quedar también un objeto, producido como residuo de la acción.

Dada su particular indiferencia hacia la producción de objetos, la performance  se orientó preferentemente hacia el cuestionamiento de los usos del cuerpo en el seno de la sociedad. No es casual que su surgimiento coincidiera con la aparición y desarrollo de los discursos de liberación sexual de los años 60. Eso ha determinado algunas constantes en sus producciones, como su insistencia en la desnudez, las connotaciones sexuales de las acciones o el interés por explorar las relaciones inter-sexos dentro del marco de los valores e imposiciones culturales. En años posteriores, la performance fue el medio privilegiado para la profunda crítica contra la discriminación social que desplegaron los grupos feministas, raciales o de liberación homosexual, dado el carácter central que se asigna al cuerpo y sus representaciones en la definición de los rasgos de diferenciación.

Históricamente, la performance surgió como contrapartida ante dos fenómenos. Frente a la industrialización, se intentaba rescatar la creación, la vida, el cuerpo y la naturaleza; frente a la mediatización de la vida ordinaria, se buscaba recuperar la inmediatez de los actos y las conductas humanas.

El artista canario Juan Hidalgo (1927), difícil de clasificar por la variedad de sus manifestaciones artísticas, incluidas las musicales, fundador de ZAJ, está a medio camino entre la instalación, la performance o el body art.

INSTALACIÓN

Una Instalación de arte es un género de arte contemporáneo que tomó gran importancia a partir de la década de 1970. Las instalaciones incorporan cualquier medio para crear una experiencia visceral o conceptual en un ambiente determinado. Los artistas de instalaciones por lo general utilizan directamente el espacio de las galerías de arte.

Muchos encuentran los orígenes de este movimiento en artistas como Marcel Duchamp y el uso de objetos cotidianos resignificados como obra artística, más que la apreciación de la escultura tradicional que se basa en el trabajo artístico. La intención del artista es primordial en cada instalación debido a su conexión con el arte conceptual de la década de 1960, lo que nuevamente es una separación de la escultura tradicional que tiene su principal interés en la forma.

Puede incluir cualquier medio, desde materiales naturales hasta los más novedosos medios de comunicación, tales como video, sonido, ordenadores e internet.

Algunas instalaciones son sitios específicos de arte; sólo pueden existir en el espacio para el cual son creadas. A modo de ejemplo, aquí tienes algunos ejemplos de instalaciones, pero te aconsejo que tú mismo busques otras muchas más en Internet.


BODY-ART o ARTE CORPORAL

Entre los años sesenta y setenta del siglo XX, los cambios sociales y los acontecimientos políticos contribuyeron a liberar al individuo. A lo largo de los años ochenta, los comportamientos con riesgos y la práctica de deportes extremos, son otras tantas maneras de construir la propia identidad para reivindicar el derecho a ser del individuo. Tras diez años, las prácticas corporales (body-painting, tatuaje, piercing, escarificaciones, quemaduras, etc.), éstas llegan a banalizarse y a generalizarse en muchas personas, jóvenes principalmente. 

El cuerpo se convierte en un soporte de reivindicaciones, en una herramienta de comunicación de ideas y en una forma de actitud contestataria. El cuerpo humano se llega a ser un material de creación y de destrucción, un vehículo de provocación al servicio de la libertad de expresión. Los artistas le confieren una nueva dimensión artística de muy diferentes maneras.

El arte corporal nace como una forma específica de los happenings. Muestra especial predilección por tomavistas o cámaras para la conservación fílmica de sus procesos y, centrando el objetivo sobre un detalle del cuerpo, consigue una intensa concentración del espectador sobre el fenómeno que se opera en el cuerpo del artista.

La mayoría de estos artistas no militan únicamente en esta corriente. Es más, esta puede ser una de sus manifestaciones temporales que con el paso del tiempo dejan de lado. En esta página pueden verse diferentes manifestaciones de este trabajo con el cuerpo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


3.- Superación del objeto
 

ARTE CONCEPTUAL

También se llama Idea-art. Es un movimiento en el que las ideas dentro de una obra son un elemento más importante que el sentido por el que la obra se creó. La idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, y en muchos casos la idea es la obra en sí misma, quedando la resolución final de la obra como mero soporte.

Según Joseph Kosuth, el principal teórico de esta corriente, el arte es sólo "la definición del arte". La obra plástica va a ser substituida por el objeto que mejor contribuya a la aclaración teórica del concepto de arte. Con ello se ha pasado del arte tradicional del objeto a una arte teórico o del concepto. El mismo autor nos presenta en su objeto One and three chairs, consistente en una silla verdadera, la fotografía de una silla y la definición que da el diccionario del concepto de silla, la diferenciación entre realidad, nominación y realidad del signo. Su intención es demostrar que la obra-objeto, en este caso la silla, puede ser sustituida como medio de comunicación por su fotografía o su definición.

Barnett Newman (1905-1970) es un pintor estadounidense asociado al expresionismo abstracto y un destacado exponente de la pintura de campos de color. Su producción más representativa consiste en sencillas composiciones en las que una amplia área de color -un campo de color- es traspasado por una o dos líneas verticales.

Dan Flavin (1933-1996) es considerado uno de los artistas fundadores del arte minimalista norteamericano. Flavin es uno de los primeros artistas en plantear en sus obras un juego, o concierto -como él lo llama- entre el espacio que las aloja y el punto o línea de luz. Este juego consiste en la interrelación entre espacio, luz natural, luz eléctrica y los cambios que se producen en "la mirada". Cada uno de estos participantes modifican activamente la obra en el tiempo. Se caracteriz por un tratamiento muy singular de la sustancia inmaterial de la luz, a través de sus instalaciones y piezas basadas en el uso de tubos fluorescentes tomados simplemente de los standars comercializados en el mercado. Obra basada en atmósferas cromáticas de intensa resonancia mística, resuelve en una solución revolucionaria las inquietudes religiosas que marcaron la formación del artista.
 

Aquí puedes ver otras obras de diversos autores.

MINIMAL ART

Surge como reacción al lenguaje directo e hiperrealista del pop-art. Lo que se pretende no es realizar una pintura o una escultura, sino crear formas visuales reducidas al mínimo, de ahí su nombre de Arte mínimo, donde lo importante no son las partes sino el todo. Es una tendencia abstracta que se esfuerza en retornar la forma a su estructura primaria.
El artista reduce la forma estructural a los determinantes esenciales del volumen de modo que con estructuras claras y geométricas, resulta fácilmente reconocible que toda relación causal se supedita al hecho de ser hexaedro, envoltura, enrejado, etc. Para reducirse a los determinantes básicos se desembaraza de todo adorno decorativo y se remite a un lenguaje unívoco y severo. Son obras exentas de cualquier tipo de figuración o argumento literario. Tratan de dirigir la atención del observador hacia aspectos espacio-funcionales y al mismo tiempo arquitectónicos. La elaboración material de las obras, siempre con productos manufacturados, se suele encomendar a compañías industriales, ejecutando el artista únicamente el boceto. Esta preponderancia del proceso de creación sobre la realización de la obra ha sido un factor que ha ayudado al nacimiento del arte Conceptual. El campo de acción del Minimal Art se ha circunscrito a Estados Unidos e Inglaterra.

Richard Serra (1939) es uno de los minimalistas más famosos por su trabajo con grandes piezas de acero corten (tipo de acero al que la oxidación que produce protege de la corrosión). Si a finales del los 60 sus obras todavía eran pequeñas, con el paso del tiempo el tamaño de las obras aumenta, por lo que tienen que salir de las galerías para instalarse en la calle. Se convierte así en uno de los artistas más famosos del Land Art. En el Guggenheim de Bilbao se encuentra Snake (serpiente), formada por tres láminas de acero curvado; es una de sus obras más conocida. En 2010 recibió el premio Príncipe de Asturias.

ART POVERA

Con el arte pobre, cercano al minimal art, el objeto se convierte en una llamada provocadora a la reflexión. Utiliza un material, al que se ama, no tomado de la industria, y a veces insólito: hierba, arena, leña, tierra, etc., de forma directa, sin ningún grado de elaboración, conservando su aspecto natural y determinando, casi, el aspecto formal. Es una crítica a la sociedad de consumo.
Maneja el material concreto, que muchas veces pasa desapercibido, para evidenciar la transformación que se da en esa realidad, desatendida y sin embargo presente, que se verifica cuando el plan creativo altera las condiciones de situación y las determina de nuevo.
Las formas no son geométricas y ordenadas, sino ambiguas, aunque portadoras de una fuerte intuición. En la técnica se evita cualquier sistema complicado, valorando la sencillez, con el fin de que el espectador pueda rehacer fácilmente el proceso seguido por el artista.

LAND ART

Es una de la más recientes corrientes artísticas que han contribuido al proceso evolutivo del arte contemporáneo hacia el arte de ideas. Su consagración definitiva se remonta a 1968. Los espacios naturales y los paisajes alterados industrialmente se convierten en material de configuración artística. Con esta tendencia la obra abandona la galería o el estudio del coleccionista, puesto que sus materiales se encuentran en la naturaleza. Se quiere protestar contra la artificiosidad del mundo de la gran ciudad, contra la estética del plástico y del metal, pero también contra el utilitarismo del arte. Sin embargo, al estar estrechamente relacionado con la televisión, que hace posible la filmación del proceso artístico y la repetición, gracias al video, estos suplantan a la propia obra, exponiéndose en las galerías y alcanzando altísimas cotizaciones.
La actuación sobre la naturaleza consiste en corregir perspectivas, cavando fosas, haciendo surcos en determinados sentidos, distribuyendo colorantes por las playas, desiertos o cumbres nevadas, etc.

Robert Smithson (1938-1973) es un escultor integrante del Land Art. Se interesó por la escultura monumental y, de alguna manera, efímera.  Los trabajos de Smithson se aprecian mejor, deliberadamente, a partir de fotografías, puesto que se trata de obras de enormes dimensiones levantadas en espacios naturales remotos cuyo mensaje es, de cierto modo, la grandeza de la naturaleza y el daño que los seres humanos le hacemos. 

El búlgaro Christo Javacheff (1935) ha alcanzado fama notable, aunque sus realizaciones presentan grandes dificultades, utilizando la moderna tecnología para producir cambios en el entorno cotidiano. Provoca la participación del espectador estableciendo nuevos vínculos con el paisaje rural y urbano. Son famosos sus empaquetamientos de edificios o construcciones.