ARQUITECTURA NEOCLÁSICA

 

Arco de triunfo del Carrousel (París)

1.- El mundo neoclásico

2.- Francia

3.- Alemania

4.- España

5.- Salir

 

Royal Scottish Academy. Edimburgo

 

 


1.- El mundo neoclásico

Al cabo de dos siglos y medio, la arquitectura moderna occidental siente la necesidad de rectificar su camino. Tiene ansias de simplicidad, de equilibrio, de reposo. La ley del cansancio de las formas decorativas del rococó, sin apenas trascendencia en el exterior, cuyos trazados se repiten desde largo tiempo. Para salir de la crisis estética hay que crear un nuevo estilo o confiar las soluciones al pasado.
Hay circunstancias que permiten un redescubrimiento de la antigüedad clásica. Se habían
producido los hallazgos arqueológicos de Herculano (1719) y Pompeya (1748), lo que hace que el entusiasmo de estudiosos y artistas aumente de modo extraordinario.
Nace una importante bibliografía arqueológica. Surge la Historia del Arte con la obra de Winckelmann: Historia del Arte y la Antigüedad. Lessing publica en 1746 el ensayo de estética El Laoconte. Ambos defienden la superioridad del arte clásico (sobre todo griego) en el que se habría alcanzado al perfección, y a partir del cual se inicia una degeneración que culmina en el barroco. El artista debe recuperar esos valores perdidos del clasicismo.
Las Academias De Bellas Artes, creadas a lo largo del siglo (la española, creada en 1752 por Fernando VI), han subrayado el valor normativo de la clásico y ven confirmados sus métodos en los brillantes descubrimientos. El cambio se opera primero en países como Francia e Italia. Inglaterra no precisa de cambio alguno. España y Alemania son las dos naciones que más se resisten a abandonar el barroco.
El neoclasicismo no se limita a tomar por modelo el arte romano, sino que desea imitar preferentemente el griego. En general, hay escasa capacidad creadora en la arquitectura, pues predomina la imitación sobre la invención.
El contexto socio-político del momento, con una burguesía cada vez más pujante y decidida a luchar contra las estructuras del Antiguo Régimen, explica la radicalización de las posturas y la progresiva identificación del Neoclasicismo con el ideario burgués en el lucha contra la estética barroca y rococó, símbolo del Antiguo Régimen. El neoclasicismo no tiene un contenido ideológico concreto, pero sí se configura como un estilo comprometido con su tiempo y progresivamente va identificándose los valores de virtud cívica, patriotismo, honestidad y austeridad con los que la burguesía se enfrenta a las clases dominantes.

 

 

 

 

Iglesia de la Magdalena (París)

 

 

San Antonio. Charleroi (Bélgica)

 


2.- Francia

El neoclasicismo tiene su centro en Francia, país que sucede a Italia en la dirección de los movimientos artísticos. El estilo Luis XVI está marcado por una decoración compuesta de temas clásicos y renacentistas tratados con sobriedad. En tiempos de Napoleón el neoclasicismo toma un camino más clasicista. Napoleón precisaba del estilo de los césares, faraones, de los grandes artistas griegos, como expresión de un imperio universal. Sus victorias militares contribuyen al progreso del neoclasicismo.

Surge el Estilo Imperio. La Iglesia de la Magdalena, de Bartolomé Vignon (1762-1846), es representativa del deseo de emular al arte clásico. Había sido comenzada bajo Luis XVI y, todavía sin terminar, se convierte, por orden de Napoleón, en un templo dedicado a la Fama. El interior es de cruz latina con cúpula; exteriormente tiene frontón y pórticos de columnas en todos sus frentes, como un templo períptero. Surge así un templo corintio grecorromano hecho a escala grande, es decir, un templo cristiano, habitable.

Soufflot (1757-1792), formado en Roma, recibe el encargo de construir la iglesia de Sainte-Geneviève en París.  Después de su muerte se continúan las obras, eliminando los campaniles, con lo que pierde el aspecto religioso que tenía. Tras la Revolución Francesa, la Asamblea Legislativa la proclamó santuario laico de la Nación. En 1791 la iglesia fue convertida en panteón nacional para los héroes del pueblo.

Se levantan varios arcos de triunfo. Chalgrin realiza el Arco del Triunfo de París, el mayor del mundo, de un solo vano. Sirve de centro a uno de los mayores trazados radiales del urbanismo mundial. Este arco iba bien al sueño de Napoleón de imaginarse a París como la capital de Europa. O también se erigen columnas a lo romano (Plaza Vendôme de Paris, con la columna levantada por Napoleón en honor de la Armada).

 

 

 

 

Projet de colonnade de l'architecte Bernard POYET

 

 

 

 

 

 


3.- Alemania

La patria de Winckelmann se une decididamente a la causa neoclásica. Langhans (1733-1808) es autor de la Puerta de Brandeburgo (Berlín), monumento de lo más representativo. Con su severa columnata dórica evoca los Propileos atenienses.

En la Gliptoteca (museo de piedras duras y preciosas, cuños y sellos), obra de Klenze (1784-1846), vemos un cuerpo octóstilo incrustado en un edificio sin vanos, aunque adornado a la romana con estatuas dentro de nichos. Surgen los Museos públicos. Y así esta gliptoteca ofrece los muros ciegos en razón del destino del edificio, que se alumbra con la luz cenital que entra por los lucernarios. En Munich completa los propileos, una puerta de entrada, obra realizada en estilo dórico. Recuerda la monumental entrada de los Propileos de la Acrópolis de Atenas.
 

 

Winckelmann

 

4.- España

El neoclasicismo tiene que vencer una fuerte resistencia debido al peso del barroco. Pero desde mediados del XVIII la labor de las Academias, las directrices y los programas artísticos acabarán imponiéndose. Estas Academias (en 1752 se crea la Academia de Bellas Artes de San Fernando) significan la muerte de las escuelas locales. El Estado se hace cargo de la enseñanza de las Bellas Artes. Hay una centralización del arte. Los artistas ganan en conocimientos técnicos, pero pierden individualidad. La Academia de Arquitectura fue la que mejores productos consiguió.

La historia del neoclasicismo español empieza con Ventura Rodríguez (1717-1785), arquitecto entroncado con el barroco, y que aunque se presenta como un clasicista consumado, en sus obras afloran frecuentes influencias del barroco italiano que aprende directamente con Juvara, Sacchetti y Bonavia. En la fachada de la Catedral de Pamplona predomina claramente el clasicismo, salvo en la estructura de los campanarios. Con la llegada de Sabatini, que viene de Italia con Carlos III, decrece su influjo.

Carlos III manda a Sabatini (1722-1797) levantar la Puerta de Alcalá. Obra de cinco vanos, los tres centrales se cierran con arco y los otros laterales son adintelados. La fachada exterior presenta diez columnas jónicas, mientras en la cara interior tiene pilastras, excepto en el arco central. Rematada con una cornisa, sobre al arco central se levanta un frontispicio. Es uno de los motivos más típicos de Madrid y constituye una de las mejores perspectivas gracias al urbanismo. La puerta estaba incluida en la muralla de la ciudad.

El más grande arquitecto es Juan de Villanueva(1739-1811). Su formación la realiza la Academia de San Fernando; obtiene una beca para ampliar estudios en Roma. Es nombrado arquitecto del monasterio de El Escorial. Y en razón de este cargo, proyecta en 1773, la Casita de Arriba y la Casita de Abajo para los hijos de Carlos III, como marco adecuado para celebrar reuniones tras la jornada de caza. En 1784 edifica para el futuro Carlos IV la Casita del Príncipe, en el Pardo.
Estos encargos el valen el favor real, y se convierte con Carlos III en Maestro Mayor del Ayuntamiento de Madrid. Realiza entonces tres obras importantes en Madrid: el Palacio de las Ciencias (hoy Museo del Prado, 1785), el Observatorio astronómico (1790) y el desaparecido Cementerio general del Norte (1804-1809).

Su obra más conocida e importante es el Museo del Prado, proyectado en su momento como museo de Ciencias Naturales. Del legado escurialense extrae la belleza del toscano, pero acentúa el juego de las sombras sacando la línea del pórtico hacia adelante. Los volúmenes son de gran pureza, procurando hallar escorzos y efectos de claroscuro y profundidad. De planta rectangular muy alargada, su fachada principal tiene un cuerpo central
resaltado, con columnas gigantescas, coronado con un gran ático, mientras que a los lados corren galerías jónicas que, al contacto de las centrales, realzan su gracia y ligereza. El interés por Paladio se aprecia en el Observatorio astronómico de Madrid.

 

 

 

 

 

 

Puerta de Toledo (Madrid). López Aguado